La puerta se entreabre con un susurro de madera cansada. Afuera, la niebla danza lenta, acaricia el umbral como un huésped indeciso. La noche calla. Todo calla.Ella duda un instante, los ojos clavados en la nada líquida de la oscuridad. Luego, con un leve temblor en los dedos, cierra. La llave gira con un eco sordo.Silencio.Adentro, la penumbra respira con ella. Camina despacio, evitando los rinc
